Sistema de control de daños por conejos

María Pinto es una comuna perteneciente a la provincia de Melipilla, en la Región Metropolitana. Tiene una población cercana a los diez mil habitantes, localizados mayoritariamente en zonas rurales. Una de las actividades económicas preponderantes de la localidad es la agroindustria de exportación, y una de sus fuentes laborales más importantes es el trabajo agrícola de temporada.

Entre las principales problemáticas de la comuna se encuentra la crisis hídrica, que ha obligado a los pequeños agricultores a modificar su producción, adaptar sus predios para almacenar agua e incorporar nuevas tecnologías para realizar un riego tecnificado; la degradación de los suelos resultante de este nuevo contexto hídrico ha supuesto, también, una dificultad en la fertilización y el abono de diversos cultivos Un problema secundario ha sido el aumento de la parcelación, lo que genera una desregulación en la instalación de pozos y obstaculiza aún más el trabajo de los pequeños agricultores.

María Isabel Oporto comenzó a utilizar la tecnología de control de plagas de conejos, que aprendió de su padre, para lidiar con la gran cantidad de conejos que existían en su predio. El agua y la comida se depositan en un lugar colindante con un pequeño bosque, con el propósito de prevenir la excesiva cantidad de conejos en otros espacios aledaños al sector. La efectividad de este sistema de control, que puede ser complementado con otras tecnologías (como el uso de protecciones en los árboles), se ha comprobado en la disminución relativa de la cantidad de conejos.

Este tipo de tecnologías puede inspirar a pequeños agricultores que busquen formas sustentables de controlar las plagas de conejos, evitando poner trampas que afecten a otros animales del sector.